Los reinos de taifas

Reinos de taifas

Los reinos de taifas surgen tras la pérdida de control por parte del califa y tras la muerte de Almanzor en el año 1002, se sucede entonces un periodo de inestabilidad de hasta 9 califas en un corto espacio de tiempo; hasta 1031. Esto provoca el levantamiento de los grupos tribales marginales que asaltan el poder constituido.

El periodo de los reinos de taifas suele definirse como un momento de debilidad e inestabilidad política y militar en al-Andalus, un territorio dividido en pequeños reinos que vivían amenazados por dos poderes en alza, los reinos cristianos del norte, sobre todo con Alfonso VI, y los beréberes del sur.

No obstante, y en paradójica oposición, el siglo XI también se caracterizó por el esplendor cultural y artístico. Las cortes taifas del siglo XI proporcionaron de sí mismas una imagen hedonista y “humanística”, donde la literatura y el arte, además de las ciencias, servían para consolidar el poder de los soberanos y otorgarles la legitimidad que les negaban los campos de batalla.

La ostentación del lujo y del saber, la emulación de modelos califales y sus referentes orientales o la competencia artística y cultural entre los diferentes reinos compensaban la falta de estabilidad política y territorial de unos poderes que pagaban parias a Alfonso VI a cambio de mantener la paz en las fronteras. Una serie de códigos cortesanos expresados a través de la literatura y delas diversas manifestaciones artísticas se pusieron al servicio de los nuevos reinos y contribuyeron no sólo a su consolidación sino también a su enriquecimiento y visibilidad.

Reinos de taifas : Primeros Taifas (1031-1090)

Independencia paulatina de las taifas o banderías de Almería, Murcia, Alpuente, Arcos, Badajoz, Carmona, Denia, Granada, Huelva, Morón, Silves, Toledo, Tortosa, Valencia y Zaragoza.

  • A la muerte del último califa Hisham III, todas las coras o provincias del Al-Andalus que no eran aún independientes autoproclamaron su independencia.
  • Se formaron en principio un total de 27 reinos de taifas, aunque algunos fueron desapareciendo, incorporados los más pequeños por los más poderosos.

Este desmembramiento supuso el comienzo del fin para al-Andalus, y ante semejante debilidad, los cristianos se crecieron, organizándose como nunca antes lo hicieran para combatir a los musulmanes.

La primera gran victoria sobre el Islam peninsular la protagonizó Alfonso VI cuando, en 1085, se hizo con la ciudad de Toledo.
La unidad étnico-religiosa lograda hasta el momento también se resintió, surgiendo mercenarios, tanto musulmanes como cristianos, dispuestos a luchar contra sus propios correligionarios.

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