La Puerta de Carmona

La Puerta de Carmona

De la puerta de Carmona partía la antigua Vía Augusta de Hispalis trazada por los romanos que llevaba hasta Roma. Y junto a esta puerta entraba a la ciudad el agua que, a través de los Caños de Carmona, se traía desde los manantiales de Alcalá de Guadaíra. El Conde de Barajas mandó reconstruir en el año 1578 la puerta este de la ciudad, una de las más notables de las que albergaba la muralla.

Así, en el año 889 vio la entrada de las tropas califales que provenientes de Córdoba sofocaron una revuelta de la población de Isbilya.  En 1540, salieron por ella las tropas desde Sevilla que acudieron al auxilio de Gibraltar, que estaba siendo saqueada por los corsarios de Barbarroja. Dice la tradición que tan grande e imponente era el pendón de la ciudad que portaban las tropas hispalenses (capitaneadas por d. Rodrigo de Saavedra) que hubo que pasarlo por encima de la muralla ya que era imposible sacarlo por la puerta.

En este mismo sitio tuvo lugar el último combate librado en Sevilla por las tropas napoleónicas, que salieron de ella para siempre en Agosto de 1812. Lamentablemente, el Mariscal Soult había huido antes con todos los cuadros y obras de arte que había logrado recopilara lo largo de su «fructífero» mandato.

La Puerta de Carmona (Sevilla)
La puerta de Carmona, también de almorávide, reformada totalmente en el siglo XVI; se encontraba situada en la esquina de las calles de San Esteban con Menéndez Pelayo.

Finalmente en 1843, durante el asedio sufrido por la ciudad en las guerras carlistas, cayeron según palabras de d. Alfonso Álvarez-Benavides 24 bombas sobre la puerta de Carmona, o lo que es lo mismo, la friolera de 161 kg de hierro.

Esta puerta era el comienzo del camino real a la Corte, adosado a su izquierda con los Caños de Carmona. En sus límites tuvo la macabra Mesa Real o mesa de disección de cadáveres de ajusticiados en donde se troceaban para su exposición ejemplarizante en la ciudad.

Diego Corriente el famosos bandido, ejecutado en la plaza de San Francisco de Sevilla en 1781, fue cortado a pedacitos en la temida mesa. También al barbero del Arahal, Francisco Gómez Delgado, ladrón de un copón de la iglesia de los Clérigos Menores, se le expuso en la Puerta su mano cortada.

Un dato curioso observado por Marquez de Castro, son las dos ventanitas con rejas de la cárcel de nobles que se ven en los dos torreones almenados.

En 1868, en el transcurso de la Revolución Gloriosa y a pesar de la oposición de los alcaldes del barrio y los vecinos, la puerta de Carmona fue demolida.

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Historia de Sevilla y al-Andalus

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