El gran complejo cristiano bajo la Mezquita-Catedral de Córdoba

En 1934, el arqueólogo Félix Hernández dirigió una serie de excavaciones en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Los trabajos sacaron a la luz restos tardorromanos, visigodos e islámicos pertenecientes a estructuras anteriores al gran edificio religioso que ordenó levantar Abderramán I, primer emir independiente de al-Andalus, en el año 785-786. Pero el estallido de la Guerra Civil obligó a paralizar las investigaciones y cubrir el yacimiento. Toda la información recabada por el también arquitecto ,fotografías, planos, dibujos… quedó inédita, sin publicar, hasta su recuperación en fechas recientes.

Las prospecciones retomadas en la actualidad han arrojado interesantes descubrimientos, como parte de un edificio monumental del siglo V, con restos de mosaicos y pinturas, que en el VI fue reformado con muros que definen una serie de naves y un ábside. Eso es precisamente lo que están investigando los arqueólogos ahora mismo. Consideran que el espacio semicircular podría formar parte de un lugar de representación del obispo, una suerte de palacio o sala de audiencias.

Las estructuras más antiguas documentadas en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba corresponden a lo que parece una edificación residencial romana de los siglos III-IV. A partir de ese momento, el centro neurálgico de Corduba se trasladó desde la zona del foro hasta la orilla del Guadalquivir. La minería fue entrando en crisis y la riqueza de la ciudad pasa a tener que ver con el comercio portuario de productos agropecuarios y de lujo. Por lo tanto, le interesa volcarse hacia el sur.

También fue entonces cuando empezó a implantarse el cristianismo con personajes como Osio, Obispo y consejero del emperador Constantino I el Grande que se erigieron en los nuevos gobernantes locales.

Conquista islámica

Tras la victoria en la Batalla de Guadalete los musulmanes comenzaron su invasión, Córdoba cayó en manos musulmanas en el mismo 711, conquistada por uno de los lugartenientes del general bereber Tariq ibn Ziyad. Existe muy poca información de los primeros sesenta años de ocupación islámica, pero se sabe que los conquistadores llegaron a un acuerdo con los cristianos, llamados dimmíes, y que a partir de entonces les permitieron mantener su principal iglesia.

Altar hispanovisigodo
Tenante de altar hispanovisigodo con talla a bisel

Pero esa situación se transformó durante el gobierno del emir Abderramán I. Unas tres décadas de después de conquistar la ciudad, compró dicho espacio, ordenó la construcción de la mezquita y autorizó a la población local a reformar otros centros de culto en barrios periféricos.

Varias fuentes medievales hablan de la existencia de una iglesia grande sobre la que se construyó la mezquita a mediados del siglo VIII. La versión dominante y oficial hasta ahora es que ese edificio religioso se corresponde con la basílica visigoda de San Vicente, señalada bajo las naves de Abderramán I y relacionada con unos mosaicos con diversos motivos decorativos, como una crátera con flores junto a una paloma y una corona de espinas, que se muestran a través de un cristal.

Mosaico hayado bajo la Mezquita-catedral de Córdoba
Mosaico hayado bajo la Mezquita-catedral de Córdoba


Sin embargo, los arqueólogos creen que ese templo no estaba aislado, sino probablemente fue parte del complejo episcopal y que se pondría extender bastante más allá de la actual fachada sur de Mezquita-Catedral y llegar hasta la puerta del puente romano, y que habría contado con una basílica, un baptisterio, el palacio del obispo, almacenes y otras dependencias para diversos usos, como se ha podido documentar en otras ciudades españolas en época tardoantigua como Barcelona, Tarrasa o Valencia.

Los expertos están obteniendo valiosa información analizando los materiales del complejo episcopal que se reutilizaron para la construcción de la mezquita, las sepulturas de época bajomedieval cristiana que también fueron cerradas con lápidas de piedra que habían desempeñado otras funciones en el pasado, a veces simplemente con darles la vuelta y leer su otra cara.

Como detalle se puede observar, en una de las columnas de la intervención de Almanzor en la mezquita, una delicada virgen tallada con trazo fino y cuidadoso. ¿El responsable? Un viajero alemán del siglo XV que quiso plasmar la huella de su devoción. La Mezquita-Catedral de Córdoba es uno de los edificios más importantes del mundo y no sabemos qué hay debajo. La arqueología y la historia, la ciencia, ya están en ello.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.